martes, 9 de febrero de 2010

hoy el domingo interrumpe la existencia
la luz del callejón oscuro es cobarde
un estómago se vuelca tras una esquina
nadie mira las páginas de sucesos
la mañana vuelve al cuerpo tan débil...
la piedra el fin de semana se movió
y desangelado encontraron el sepulcro
como esperando nuevas resurrecciones
duda la materia gris el pensamiento
araña el pasado inmediato retumba el presente
el futuro es tan sólo un reflejo vivido
que alquitrana lentamente el hígado
y transpira en una sábana de seda
santo manto
¡Jesús! ¡qué calvario!
¿Por qué motivo no dije anoche
señor aparta de mí este cáliz?

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