viernes, 8 de enero de 2010

yo soy tu mesías
cómete mi carne
bébete mi sangre
rememórame en el baño con tus manos
en la cama bajo las sábanas a oscuras
con tu cuerpo encendido
yo soy tu mesías
conmemórame
muere por mí
sacrifícate
mártir de la causa
clávate en mi cruz
llévala a cuestas
lleva tú
el peso
de mi culpa

3 comentarios:

  1. Te voy a cobrar como sigas escribiendo entradas basadas en conversaciones mías...
    Miri

    ResponderEliminar
  2. No sé si es casualidad (hace tiempo que no creo en ellas) pero el poema tiene una inquietante forma de cáliz. Comulgo con él. Siempre quise ser y sentirme mesías en algunos de mis siervos.

    ResponderEliminar
  3. Pues fíjate que una vez escrito yo le vi forma de cruz...así que algo tendrán que ver esas casualidades-causalidades.

    ResponderEliminar